Viajando largo

Hace 9 horas que estamos viajando en un colectivo bastante lindo y colorido, con cortinas azules y unas también colgantes amarillas. El colectivero frena cada 3 minutos a morfar o a fumar un pucho. Hace un rato, como el lugar en el que pretendía frenar estaba lleno, se prendió un aca adentro y abrió la ventana, como si el humo no viniera para atrás. Buen ejemplo de Dilarang Merokok (prohibo fumar) para el resto de los pasajeros...

Más allá de eso, por suerte pudimos dormir bastante. Y digo por suerte, no por mí,porque yo duermo en cualquier lado, sino por Juangre. Se ve que está muy cansado.

Vinimos viajando desde Penang, donde pasamos 3 días. Ya escribiré sobre la pintoresca Georgetown. Salimos alrededor de las 9 am y a partir de ahí frenamos en cualquier pueblito que se cruzó en el camino. En cada parada del bondi había alguna camioneta hecha puestito que tenía para ofrecer una pobre variedad de bebidas enfriadas con hielo, algún pancito savorizado, snacks de fábrica, snacks locales que todavía no nos animamos a probar y fruta tropical cortada en bolsitas individuales, también mantenidas con hielo. En la última parada me compré una de sandía y ananá a sólo RM$1 cada una.

Estamos muertos de hambre. Hoy a la mañana nos levantamos tempranito, no se puede decir desayunar a lo que hicimos, que fue tomarnos una taza de té, nos despedimos de Jern, el dueño de la casa, con una selfie con cara de dormidos y nos fuimos caminando hasta la terminal de colectivos.

Ni un sólo cartel, ni indicación, ni nada. Habíamos sacado el pasaje online, y cuando encontramos a alguien a quien poder preguntarle, no dijo que teníamos que ir a "esa agencia de turismo de aca adentro". Era medio turbio. Juangre les mostró el ticket electrónico y al parece todo OK. Le imprimió un papelito, le anotó unas letras y unos números, que después nos enteramos que era la patente del colectivo que teníamos que tomar. Mientras esperábamos, fui en busca un desayuno, pero no tuve suerte. Después de 30 minutos de esperar, un señora se nos acerca y nos pide que le mostremos el papelito. Cuando lo lee dice "Oh, my God!!" y lo empieza a cagar a pedos a Juangre diciendo que ese no era nuestro bus, que el nuestro salía a las 8.30 y no a las 9 como estaba escrito en el papel (vale aclarar que ya eran como las 8.45am). Entonces, mientras seguía mitad en inglés, mitad en malayo, tacha el 9am, le grita a un tipo, agita nuestro preciado papelito, le sigue gritando a Juangre y nos señala con el dedo que sigamos al señor. Sin explicación alguna nos suben a un bondi rápido, rápido, y cuando intento preguntar si iba a Melaka, me gritan "sit down, sit down". No entendemos nada y Juangre está muy enojado con la señora que lo retó sin razón.

Atravezamos Georgetown y llegamos a otra terminal de colectivos, donde nos hacen bajar y subirnos a otro bondi. Ese sí tenía la patente que nos habían escrito en el papelito!!! Y ene ese, cruzamos de la isla al continente por un puente de no se cuantos km de largo. Tremendo!!! Y ahí, llegamos a otra terminal donde estuvimos estuvimos frenados 45 minutos haciendo no tenemos la menor idea qué, pero donde se subió más gente, entre ellos un australiano charlatán que, entre todos los cuentos que nos contó, nos dijo que la historia que nos acababa de pasar le pasó en todos los destinos asiáticos por los que había estado viajando los últimos 4 meses.

Después de 11 horas, llegamos a Melaka.

Welcome to Asia!!!

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